El área de la composición musical siempre ha estado envuelta en mitos,
leyendas y en una especie de halo de misterio, es decir, es poco comprendida,
debido en gran medida, a que para conocerla más profundamente se debe estudiar
de manera rigurosa en un Conservatorio o institución similar, y aun así, si no se tuvo la adecuada
orientación, puede ser que salga uno con poca comprensión.
Otro problema es que el área de la música es muy extensa. Actualmente existen
tantos géneros que es muy difícil comprenderlos y abarcarlos todos ellos, tanto
en la música comercial, como en la popular, folklórica y a la que nos referiremos:
la música de concierto; y aun así, dentro de ésta sola área, existe una gran
cantidad de corrientes que surgieron, la mayoría durante el siglo pasado, es
decir el siglo XX, lo cual hace que su entendimiento sea difícil y complejo.
Entrando en el tema en cuestión de la composición musical, hemos de decir
que desgraciadamente se tiene la errónea idea de que es algo o muy elevado,
complejo o etéreo, o aún peor que todo llega por pura inspiración, es decir como
dando a entender que es un don
proveniente de la divinidad. Nada más erróneo. Si bien hay que tener ciertas
aptitudes, como en todo, eso no es suficiente.
Ya Beethoven decía, “El genio se compone del dos por ciento de talento y
del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”. Si bien es cierto,
que nuestros impulsos son importantes, y con esto me refiero a nuestras
intuiciones, a final de cuentas, esas intuiciones deben ir soportadas por un
conocimiento. Este conocimiento puede haber sido adquirido de manera empírica
(lo cual no siempre conlleva buenos resultados) o de manera más académica. Lo
importante es integrarlo después a nuestras vivencias musicales, en este caso a
la música que queremos transmitir, ya sea componiéndola o incluso
interpretándola.
Otro aspecto que me gustaría comentar, y que creo que ayudará a entender un
poco mejor este tema, es el hecho de que precisamente la composición musical
tiene ciertas semejanzas con el acto de escribir un artículo como este, o
mejor, con el acto de escribir un libro. Hay
niveles o planos dentro de los cuales se mueve el relato, en este caso
la composición. ¿Qué tan complejos son
esos niveles o planos? Depende de las dimensiones y el sentido que se le quiera
dar a la obra: no es lo mismo escribir un artículo que un cuento o aún más una
novela, así, no es la misma dimensión y estructura para una pequeña pieza de piano,
que para una obra multi-movimiento (como por ejemplo una sonata).
En una pieza musical, se cuenta una historia, pero no está articulada por
palabras (como en un artículo, cuento o novela) esta historia está concatenada
por las relaciones interválicas y armónicas propias de la música. Que tan bien
las sabemos conducir, eso dependerá de nuestra imaginación, conocimientos y
sensibilidad, el buen suceso de una
pieza u obra musical, es parecido a un buen suceso en el devenir argumental de una
novela. Obviamente, con esto no pretendo decir que escribir una novela y una
pieza musical de concierto sea lo mismo, simplemente comparo ciertos puntos en
común que considero pueden tener ambos quehaceres artísticos, cada uno
representado por sus propios hacedores artísticos, tan respetables unos, (los
escritores) como los otros (los compositores).
Ambas creadores transmiten ideas, pero unas son ideas articuladas por medio
del lenguaje hablado o escrito y las otras son ideas articuladas por medio del
lenguaje musical; el cual también tiene dos
variantes: la vivencial y la escrita, la
música cuando se interpreta en vivo (cuando alguien interpreta o improvisa una
pieza musical) es una vivencia musical inmediata y cuando la música aparece
impresa en una partitura, es análoga a la palabra escrita.
Por cierto, para terminar como comentario adicional, diré que una partitura
de música de concierto contiene mucha información a diferentes planos:
armónico, melódico, rítmico, contrapuntístico y otros más sutiles como el plano
tímbrico y el de alturas o registros, etc. Todo ello al servicio de la
expresividad que a final de cuentas es lo importante an una pieza de música u
otra actividad artística.
Más adelante seguiremos comentando más acerca de este tema y otros
relacionados, gracias por leerlo y hasta luego.
Carlos Islas Arias
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